Los extintores deben ser sometidos a un mantenimiento periódico para garantizar su correcto funcionamiento. Este mantenimiento consiste en la revisión de su estado físico, la comprobación y reposición de los agentes extintores y la prueba de presión. Pero no se trata de hacerlo todo a la vez.
Según la normativa vigente, los extintores portátiles tienen una vida útil de 20 años. Sin embargo, algunos factores pueden acortar esta vida útil, como por ejemplo la exposición a condiciones ambientales adversas, el uso incorrecto o el daño físico. Por lo que se hace necesario realizar una inspección visual de los extintores de forma regular, para detectar posibles daños o deterioros que puedan comprometer su eficacia. Si se detecta algún problema, hay que proceder a su reparación o reemplazo de inmediato.
Los extintores de incendios de mayor capacidad, como los de carros o los fijos en instalaciones, también tienen una vida útil de 20 años. Pero, estos extintores deben ser sometidos a un mantenimiento más exhaustivo y periódico, debido a su mayor tamaño y complejidad.
Las revisiones necesarias para mantener los extintores en buen estado:
Revisión Trimestral:
Cada tres meses, echa un vistazo al extintor. Asegúrate de que esté en su lugar, la etiqueta sea legible y no haya daños visibles. También verifica el peso y la presión. Si algo no está bien, ¡actúa!
Mantenimiento Anual:
Una vez al año, un profesional cualificado debe revisar el extintor. Comprobará todo: carga, manguera, partes mecánicas, etc. Si se ha usado, se recarga. El profesional emite un certificado.
Retimbrado Cada 5 Años:
Cada 5 años, prueba hidráulica. Es como un chequeo completo para asegurarse de que el extintor siga siendo fuerte y confiable.