Extintor, no había ni uno en el edificio incendiado en Oviedo

Este fue el comentario realizado por uno de los bomberos que intervino en el incendio del edificio de calle Comandante Vallespín, número 21: «En todo el edificio no había ni un maldito extintor», Miguel Ordóñez Lorenzana.

Ayer, tras sufrir in situ de nuevo la falta de medidas de protección en el edificio siniestrado, denunció «el limbo» en el que se encuentra el departamento de Prevención de Incendios, desde que, en 2002, y por decreto del entonces concejal Jaime Reinares se retirasen las competencias en la materia a Bomberos y se asignasen a un departamento de Licencias, que nunca llegó a crearse. El anterior equipo de gobierno anunció que devolvería las competencias Bomberos, pero no llegó a darle curso.

«No hay inspecciones, registros o planos. En muchas intervenciones acudimos a ciegas, no sabemos dónde están los hidrantes o las tomas de agua o si en el interior puede haber materiales peligrosos», resume.

La advertencia no es nueva. El sindicato lleva años pidiendo que sea el Servicio de Extinción de Incendios el que asuma las competencias y revise las medidas contra el fuego de los edificios de la ciudad. «La torre de Cajastur en Teatinos necesita una columna seca (una tubería con bocas en cada planta para permitir la distribución de agua en edificios altos), no podemos tirar 20 metros», ejemplifica, y advierte que «un fuego a partir de la cuarta planta lo convertiría en una chimenea» y sería inextinguible. Edificios de La Florida cuyos forjados no aguantarían el peso de los camiones de bomberos, otros en La Ería, directamente inaccesibles en casos de emergencia; estacionamientos y grandes equipamientos de los que Bomberos no tiene ni los planes de evacuación, enumera.

El sindicato también denuncia la falta de protocolos de actuación ante emergencias en los servicios de seguridad del Ayuntamiento. Al incendio de la calle Comandante Vallespín, 21, llegó primero una dotación de la Policía Local que intentó desalojar el inmueble, exponiendo a los vecinos al humo que llenaba el hueco de la escalera, según dice Ordóñez. Cree que «deberían haber esperado».

Un total de 14 personas, además de los dos bomberos, resultaron intoxicadas por la inhalación de los gases en el siniestro; de las que 13 fueron trasladadas al Hospital Universitario Central de Asturias. Entre ellas, una mujer de 79 años de edad y vecina del quinto (dos pisos por encima de la vivienda donde se originó el fuego) a la que los bomberos hallaron desplomada en la escalera y que se encontraba aún ayer en la UCI.

(Fuente: El Comercio.es)

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