¡Bravo, bravo y bravo!… Dos estudiantes de ingeniería la Universidad de George Mason (Viet Tran y Seth Robertson) decidieron desarrollar un prototipo de extintor portátil para sofocar incendios mediante el uso del sonido, usando un generador de audio, un amplificador y un colimador. Ese ha sido su trabajo de fin de carrera. No solo su profesor no creía que fuese a funcionar, sino que tuvieron que invertir 700€ de sus propios bolsillos. ¡Estos sí es emprender!
Cómo funciona
Si te preguntas cómo consigue el sonido apagar un fuego, esta es la forma: con el colimador se consigue enfocar el sonido al lugar adecuado y lo que este sistema realiza es desplazar el oxígeno de la zona de la llama para provocar que el fuego cese, pero no vale música cualquiera, sino frecuencias bajas continuas. El prototipo que han creado pesa unos 9 kilos.
Lo más interesante de este invento es que el sistema apaga el fuego sin emitir ninguna sustancia química tóxico, lo que lo haría ideal para fuegos en cocinas o en lugares donde se pudiera poner en riesgo la salud de las personas. “El fuego es también un gran problema en el espacio“, asegura Viet Tran. “Allí, el contenido del extintor se esparce en todas direcciones”, añade Robertson. “Sin embargo puedes dirigir ondas de sonido a un punto sin que importe la gravedad”. Los dos ingenieros también creen que un día se podría utilizar para apagar incendios en bosques desde el aire, posiblemente desde aparatos no tripulados, como los drones. Por ello, han registrado una patente provisional que les permitirá explorar más a fondo las posibilidades de esta tecnología, basada en los sonidos de baja frecuencia como los graves que emiten los bafles durante un concierto de hip-hop. De hecho, bromean, el sonido que emiten los altavoces en un concierto podría apagar un pequeño incendio sin dificultad.
Aunque hay quien opina que tiene una aplicación limitada, pues aplicar esas ondas sonoras en una gran superficie es complicado por no decir imposible, y que por ahora se queda en prototipos de extintores de mano.
Solo nos resta esperar a ver que pasa en el futuro. Mientras, no se te ocurra subir el volumen de los altavoces y poner a Skryllex.
Os dejo el vídeo de los dos ingenieros probando su invento:
